En los últimos años, los tratamientos estéticos han dejado de ser un lujo reservado para unos pocos, para convertirse en una opción cada vez más accesible y popular. Con esta creciente demanda, también ha proliferado el número de reclamaciones a clínicas por mala praxis o negligencias médicas.
¿Qué sucede cuando el resultado no es el esperado o se ha puesto en riesgo tu salud? Te contamos qué hacer si algo ha salido mal.
Tratamientos estéticos, cada vez más populares
En la última década, los tratamientos estéticos han experimentado un notable aumento en popularidad, con un mercado en expansión que abarca tanto procedimientos quirúrgicos (como liposucción, rinoplastia o aumento de pecho) como no quirúrgicos (rellenos dérmicos, toxina botulínica, peelings químicos, y otros).
Este auge responde a varios factores: el creciente uso de redes sociales, donde proliferan cuentas dedicadas al culto a la imagen personal, la influencia de los medios de comunicación, y la democratización de ciertos tratamientos, que han reducido su costo.
Este crecimiento acelerado ha generado una mayor competencia entre las clínicas. La aparición de clínicas low cost ha dado lugar a prácticas cuestionables, como la reducción de precios a costa de la calidad del servicio, las ofertas muy agresivas o la falta de personal debidamente cualificado.
Desgraciadamente, no todos los tratamientos cumplen con las expectativas o los estándares de seguridad exigidos. Por ese motivo este boom de la estética y los tratamientos a edades cada vez más tempranas ha venido acompañado de un incremento en las denuncias por negligencia.
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Obligaciones y responsabilidades de las clínicas estéticas
Cuando una persona decide hacerse un tratamiento estético, el primer paso es verificar que tanto el centro como los profesionales que ofrecen los tratamientos estén debidamente acreditados.
¿Cómo? Comprobando que la clínica esté registrada y que el médico encargado del tratamiento cuenta con las certificaciones necesarias. Se puede consultar esta información a través de los colegios de médicos o asociaciones profesionales que regulan la actividad.
La reputación de la clínica es otro factor a tener en cuenta. Investigar opiniones de otros pacientes que ya hayan pasado por el tratamiento es una excelente manera de obtener una visión más clara de la calidad de los servicios ofrecidos.
El proceso de consulta previa también es un indicador importante. Este es el momento en el que se debe recibir información clara y realista sobre los resultados esperados, sin promesas exageradas. Si la clínica promete «resultados perfectos» o minimiza los riesgos sin una explicación adecuada, puede ser señal de alerta.
Es importante saber que las clínicas tienen una serie de responsabilidades legales que deben cumplir para garantizar la seguridad y bienestar de los pacientes. Estas obligaciones incluyen:
- Deber de información: antes de cualquier tratamiento, el paciente debe ser informado de manera clara y detallada sobre los riesgos, beneficios, alternativas y posibles complicaciones. Esto se hace a través del consentimiento informado, un documento que el paciente firma para dar su autorización consciente.
- Profesionales cualificados: las intervenciones estéticas, especialmente las quirúrgicas, deben ser realizadas por médicos con la formación y acreditación necesarias.
- Normas de seguridad e higiene: las instalaciones y equipos deben ser seguros, es vital para prevenir infecciones y complicaciones postoperatorias.
- Seguimiento postoperatorio: esto incluye revisiones periódicas para detectar y tratar cualquier complicación de manera oportuna.
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Estas son las cirugías estéticas más solicitadas
Según la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, en España se realizan más de 204.000 intervenciones de cirugía estética al año. En su último informe, “La realidad de la Cirugía Estética en España”, se recoge que el 85% de las intervenciones corresponden a mujeres y el 15% a hombres, aunque la distancia tiende a acortarse, ya que los varones solicitan cada vez más tratamientos.
Según este informe, la cirugía de mamas, especialmente el aumento de mamas con implante, es la más realizada (52,6%).
En segundo lugar, se solicitan intervenciones de blefaroplastia y rinoplastia, es decir, las cirugías de párpados y de la nariz son las más demandadas.
La liposucción y otras cirugías corporales como la abdominoplastia o la cirugía genital, ocupan el tercer lugar, por número de solicitudes.
¿Cómo reclamar una negligencia médica en un tratamiento estético?
El primer paso es reunir toda la documentación relacionada con el procedimiento. Esto incluye el contrato firmado con la clínica, los consentimientos informados que el paciente haya firmado, los informes médicos antes y después de la intervención, así como cualquier prueba fotográfica que pueda demostrar el resultado insatisfactorio o los daños sufridos.
Una vez recopilada la información, es recomendable buscar asesoramiento legal especializado. El abogado evaluará el caso, determinará si existe una base legal para la reclamación y guiará al paciente en el proceso. En muchos casos, el primer paso será presentar una reclamación directamente ante la clínica, buscando una resolución extrajudicial.
Si la clínica no responde de manera satisfactoria, el siguiente paso es presentar una demanda formal en el juzgado.
Nuestro despacho está especializado en reclamaciones por negligencia médica. Si el resultado de tu tratamiento estético no es el esperado y crees que puedes reclamar, ponte en contacto con nosotros para que evaluemos tu caso y te guiemos en el proceso.