Los 7 problemas habituales a la hora de cobrar un seguro de invalidez

Los 7 problemas habituales a la hora de cobrar un seguro de invalidez

¿Crees que para cobrar un seguro de invalidez basta con tener una póliza y presentar tu situación? Debería ser así, pero no siempre es tan fácil. Incluso cuando la invalidez es evidente y la póliza está al día, muchas personas se encuentran con obstáculos inesperados al intentar cobrar la indemnización de su seguro.

El problema radica en que las aseguradoras suelen buscar cualquier motivo para reducir o denegar los pagos. Desde cláusulas poco claras hasta exclusiones que pasan desapercibidas al firmar el contrato, el camino puede ser mucho más complicado de lo que parece.

Somos Abogados Especialistas en Seguros y Bancario y en este artículo te vamos a decir cuáles son los 7 problemas más comunes que enfrentan quienes intentan cobrar un seguro de invalidez y cómo evitarlos para garantizar que recibas lo que te corresponde.

 

Las trabas más frecuentes que te puedes encontrar al solicitar la indemnización por invalidez

Si alguna vez has intentado cobrar un seguro de invalidez probablemente te hayas topado con un muro de papeleo, evaluaciones y negativas que parecen diseñadas para desanimarte. La realidad es que lo que debería ser un proceso claro se convierte, en muchos casos, en una carrera de obstáculos.

¿Por qué pasa esto? Porque las aseguradoras, que están ahí para respaldarte, a veces parecen más interesadas en proteger su bolsillo que en cumplir con lo prometido. ¿Te suena familiar? Si es así, sigue leyendo porque vamos a desglosar los problemas más comunes y cómo puedes enfrentarlos, con la ayuda de un abogado especializado.

 

1. Negación de la invalidez por parte de la aseguradora

Uno de los problemas más habituales es que la aseguradora decida ignorar tu invalidez, incluso cuando ya ha sido reconocida por la Seguridad Social. Alegan que no cumples los requisitos de la póliza o que el diagnóstico es cuestionable.

Este tipo de maniobras suelen basarse en interpretaciones de los términos del contrato o en evaluaciones médicas propias. Aquí es donde es esencial contar con el respaldo de un abogado especializado, que revise a fondo la documentación y defienda tu caso ante la aseguradora.

>> ¿Cuándo se puede cobrar un seguro de invalidez? Léelo aquí.

 

2. Disputas sobre el grado de invalidez

Otro escenario frustrante: la Seguridad Social te reconoce un grado de invalidez, pero no es suficiente para cumplir las condiciones de tu seguro.

Por ejemplo, si tienes una incapacidad permanente total y necesitas una incapacidad absoluta para cobrar la indemnización, la aseguradora puede denegarte el pago. En estos casos, es posible reclamar una revisión del grado de invalidez o demostrar que la situación sí justifica el pago.

 

3. Interpretación de las cláusulas de la póliza

Las pólizas suelen estar llenas de términos como “invalidez absoluta” o “incapacidad permanente,” que parecen claros, pero no lo son. Las aseguradoras aprovechan esta ambigüedad para hacer interpretaciones restrictivas que les benefician.

Un letrado especializado, conocedor del lenguaje técnico, te ayudará a desmontar estas interpretaciones, asegurando que se respeten las condiciones originales del contrato.

 

4. Plazos y requisitos formales

Perder un plazo o presentar mal un documento puede costarte el derecho a la indemnización. Muchas personas no son conscientes de los tiempos o de la lista exacta de requisitos que exige la aseguradora. 

Es algo que las compañías saben y pueden explotar en su beneficio, exigiendo el cumplimiento íntegro de todas sus condiciones para liberar el pago del seguro.

>> Estos son los principales desafíos en la reclamación de un seguro de vida. 

 

5. Problemas con la evaluación médica

Las aseguradoras suelen exigir evaluaciones médicas adicionales, y no siempre son objetivas. A menudo, el perito designado por la aseguradora da un dictamen que contradice el de la Seguridad Social o el de tu médico personal.

En estos casos, es posible solicitar una segunda opinión e impugnar el informe del perito de la aseguradora.

 

6. Recortes en la indemnización

Aunque consigas que te aprueben el pago, es posible que la cantidad no sea la que esperabas. A veces, las aseguradoras aplican cláusulas de exclusión o limitaciones que reducen la indemnización.

¿Tienen derecho a hacerlo? Es necesario analizar el caso concreto y las condiciones de la póliza para determinar si la reducción es válida. Si no lo es, debes reclamar la cantidad completa que te corresponde.

 

7. La vía judicial como última opción

Cuando todo lo anterior falla, acudir a los tribunales puede ser la única salida. Aquí es donde la experiencia de un abogado especializado marca la diferencia. Además de representarte, se encargará de preparar una estrategia sólida, recopilar pruebas y garantizar que se cumpla la normativa.

Cobrar un seguro de invalidez no debería ser un calvario, pero la realidad es que muchas veces se parece mucho. Las aseguradoras tienen experiencia y recursos para proteger sus intereses, pero tú no estás solo. Con el apoyo de un abogado especializado en litigación de seguros, puedes convertir un proceso complejo en una victoria.

¿Te encuentras en esta situación? No esperes más. Llámanos para conocer cuáles son tus opciones.