Contratar un seguro debería ofrecer tranquilidad, pero muchas personas descubren demasiado tarde que su póliza no cubre lo que pensaban. ¿Te ha ocurrido alguna vez? Un siniestro inesperado, una reclamación denegada y la sensación de estar desprotegido pueden convertirse en una realidad cuando las exclusiones juegan en contra del asegurado.
No basta con confiar en la publicidad o en lo que te dice el comercial de la aseguradora. Es fundamental entender qué cubre realmente tu póliza y qué situaciones quedan fuera de la protección.
Somos Abogados Especialistas en Seguros y Bancario, y en este artículo te explicamos cómo leer y entender tu seguro para evitar sorpresas.
Por qué prestamos atención más a las coberturas (y olvidamos las exclusiones)
Cuando contratamos un seguro, lo primero que miramos es qué cubre: las ventajas de la póliza, las indemnizaciones, la tranquilidad que ofrece.
Sin embargo, lo que muchas personas pasan por alto son las exclusiones, es decir, las situaciones en las que el seguro no se hará cargo.
Aunque la legislación en España exige transparencia, las aseguradoras suelen destacar la cobertura de manera más visible, mientras que las exclusiones suelen estar en apartados menos accesibles o redactados de forma ambigua.
Y aquí es donde aparecen los problemas. Un asegurado puede estar convencido de que su póliza cubre un siniestro, pero cuando lo necesita, la compañía lo rechaza porque esa situación concreta entra dentro de una exclusión.
Por eso, es clave revisar la póliza en detalle antes de firmar y asegurarse de entender no solo qué protege el seguro, sino también qué deja fuera. De lo contrario, la cobertura puede ser mucho más limitada de lo que se pensaba.
Cómo entender la cobertura de tu seguro
Todos los seguros tienen límites, condiciones y excepciones que pueden restringir su aplicación.
Para entender bien una póliza, lo primero es identificar qué tipo de cobertura ofrece:
- Cobertura básica, que incluye las protecciones esenciales del seguro. Por ejemplo, en un seguro de hogar, suele cubrir incendios y daños por agua; en un seguro de coche, los daños a terceros.
- Coberturas adicionales o ampliadas, que permiten mejorar la protección pero requieren pagar un suplemento. Por ejemplo, en un seguro de salud, la cobertura dental suele ser opcional; en un seguro de coche, la asistencia en carretera fuera de España puede ser una ampliación.
Otro punto clave es revisar si la cobertura tiene franquicias, límites de indemnización o requisitos específicos. Algunos seguros solo cubren hasta una cantidad máxima o exigen ciertos requisitos para activar la cobertura, como declarar un siniestro en un plazo determinado.
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Exclusiones más comunes en los seguros
Las exclusiones son las situaciones en las que la aseguradora no se hará cargo del siniestro, aunque parezca relacionado con la cobertura contratada. Muchas veces, los asegurados solo descubren estas limitaciones cuando intentan hacer una reclamación y reciben una negativa.
Cada tipo de seguro tiene exclusiones específicas, pero algunas se repiten con frecuencia:
Seguros de hogar
Los seguros de vivienda suelen cubrir incendios, robos y daños por agua, pero excluyen:
- Daños por falta de mantenimiento, como filtraciones o humedades crónicas.
- Inundaciones extremas, pueden no estar cubiertas por el seguro si no entran dentro de los riesgos extraordinarios cubiertos por el Consorcio de Compensación de Seguros.
- Actos vandálicos si no han sido denunciados ante la policía.
Seguros de coche
Incluso los seguros a todo riesgo pueden rechazar siniestros en ciertos casos:
- Conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas.
- Accidentes por negligencia del conductor, como circular con el carné caducado.
- Daños mecánicos no derivados de un accidente, como averías por desgaste.
Seguros de salud
Muchas pólizas médicas incluyen asistencia hospitalaria, pero con importantes excepciones:
- Enfermedades preexistentes no declaradas al contratar el seguro.
- Tratamientos estéticos, salvo que sean por razones médicas justificadas.
- Intervenciones experimentales o no reconocidas por la Seguridad Social.
Seguros de vida
Estos seguros garantizan una indemnización a los beneficiarios en caso de fallecimiento o invalidez, pero pueden rechazar el pago si el fallecimiento ocurre por:
- Suicidio en los primeros años de la póliza.
- Práctica de actividades de alto riesgo, si no fueron declaradas al contratar el seguro.
- Enfermedades graves preexistentes que no fueron informadas.
Aquí tienes una guía práctica con recomendaciones para contratar tu seguro de vida.
Como ves, es imprescindible leer con detalle el apartado de exclusiones en la póliza. De lo contrario, un seguro que parece cubrirlo todo puede resultar inservible cuando realmente se necesita.
¿Cómo asegurarte de que tu seguro cubre lo que realmente necesitas?
No es solo cuestión de precio. Tampoco es recomendable elegir sin mirar la póliza más popular. Hay que sentarse y analizar con calma qué cubre la póliza y qué deja fuera. Sigue estos consejos.
- 1. Lee con detenimiento: presta atención a las cláusulas que limitan la protección, como periodos de carencia, franquicias o requisitos específicos.
- 2. Compara opciones: dos seguros de hogar pueden cubrir incendios, pero uno podría incluir filtraciones de agua y el otro excluirlas. Antes de decidirte, compara coberturas y exclusiones entre distintas aseguradoras.
- 3. Revisa la póliza cada cierto tiempo: las necesidades cambian con el tiempo. Un seguro de hogar puede quedar desactualizado si haces una reforma importante, y un seguro de salud podría necesitar ampliaciones conforme envejeces.
- 4. Consulta con un experto: muchas exclusiones están redactadas con términos ambiguos que pueden jugar en tu contra en caso de siniestro.
Finalmente, si tienes dudas sobre tu seguro o te han rechazado una indemnización basándose en una cláusula dudosa, podemos ayudarte. Contacta con nosotros y protege tus derechos frente a las aseguradoras.