La Audiencia Provincial de Madrid ha determinado que la responsabilidad en un accidente de tráfico recae en el conductor que colisiona con un vehículo parado por avería, incluso si este último no había sido aún señalizado. La razón: el conductor que impacta no cumplió su deber de adaptar la velocidad a las circunstancias del tráfico y la vía, tal como establece la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
¿Quién tiene la culpa en un accidente con un coche averiado?
En el caso analizado, una conductora sufrió una avería en la autovía. Detuvo su vehículo lo más a la derecha posible, invadiendo parcialmente la calzada. Apenas unos segundos después, otro coche colisionó contra el suyo, cuando aún no había podido señalizar la incidencia con el triángulo o la luz de emergencia.
La Audiencia Provincial de Madrid considera que el accidente fue causado por la falta de atención y velocidad inadecuada del conductor que circulaba, no por la falta de señalización inmediata del coche parado.
Qué dice la Ley de Tráfico
Según la normativa vigente:
- El artículo 21 del Real Decreto Legislativo 6/2015 establece que todo conductor debe ajustar su velocidad a las condiciones del tráfico, del clima y de la vía, para poder detenerse ante cualquier obstáculo.
- El artículo 51 del mismo texto indica que, en caso de avería o accidente, el conductor debe señalizar el vehículo detenido y retirarlo lo antes posible.
En este caso, el tribunal entiende que la conductora averiada no tuvo tiempo de señalizar y que la colisión se produjo de forma inmediata a la avería. Por tanto, no puede considerarse negligencia por su parte.
La sentencia: responsabilidad y condena
El fallo judicial determina que la culpa “más grave y esencial” recae sobre el conductor que impactó contra el vehículo detenido. Tanto él como su compañía aseguradora fueron condenados a indemnizar a la conductora afectada con 4.232 euros por los daños y perjuicios sufridos.
El tribunal descarta la existencia de concurrencia de culpas porque la mujer permanecía dentro de su vehículo averiado cuando se produjo la colisión. En palabras de la Audiencia, “el hecho de que el coche no estuviera todavía señalizado no puede atribuirse a culpa o negligencia si la colisión ocurrió de manera inmediata a la avería”.
Conclusiones
Este caso sirve como recordatorio de una regla básica en la conducción:
Circular siempre con una velocidad que permita reaccionar ante cualquier obstáculo.
Aunque un vehículo averiado deba señalizarse adecuadamente, la jurisprudencia clarifica que si el impacto ocurre de forma casi inmediata a la avería, la responsabilidad recae en quien circula por no haber adaptado su conducción.