Ejecución hipotecaria: esto es lo que debes saber

Ejecución hipotecaria: esto es lo que debes saber

Recibir una notificación de ejecución hipotecaria es uno de los momentos más duros y desconcertantes para cualquier persona. El proceso es complejo, está lleno de términos legales difíciles de entender y puede generar una enorme incertidumbre: ¿me voy a quedar sin casa? ¿Hay algo que pueda hacer? ¿Es demasiado tarde?

Lo cierto es que, aunque la ejecución hipotecaria tiene implicaciones muy serias para el deudor, no siempre significa que todo esté perdido. Existen mecanismos legales para oponerse, negociar con la entidad financiera o incluso frenar el procedimiento si se han vulnerado tus derechos.

Somos Abogados Especialistas en Seguros y Bancario y vamos a explicarte de forma sencilla en qué consiste la ejecución hipotecaria, qué opciones legales existen y por qué es fundamental actuar cuanto antes si te enfrentas a esta situación.

 

El inicio del proceso: qué es realmente una ejecución hipotecaria

Una ejecución hipotecaria es un procedimiento judicial que inicia el banco cuando el titular de una hipoteca deja de pagar las cuotas pactadas. Es la vía que tiene la entidad para reclamar el importe pendiente del préstamo, utilizando como garantía la propia vivienda hipotecada.

Este proceso no comienza de forma automática con el primer impago. La legislación española establece unos requisitos mínimos para que el banco pueda presentar la demanda, especialmente tras las reformas introducidas por la Ley 5/2019, reguladora de los contratos de crédito inmobiliario.

Esta ley establece un marco legal en España para proteger a las personas físicas que contratan préstamos hipotecarios sobre bienes inmuebles de uso residencial. Su objetivo principal es equilibrar la relación entre prestamistas y prestatarios, garantizando transparencia y responsabilidad en la concesión de créditos.​

Dicho esto, ¿cuándo puede iniciarse una ejecución hipotecaria? Para que el banco pueda acudir al juzgado, deben cumplirse ciertos criterios:

  • Debe haberse producido un impago continuado de cuotas, que supere al menos 12 cuotas mensuales o el 3 % del capital concedido, si el impago ocurre en la primera mitad del préstamo. O bien, que supere al menos 15 cuotas o el 7 % del capital, si es en la segunda mitad del préstamo. 
  • El banco debe haber reclamado previamente la deuda y notificado al deudor su intención de resolver el contrato.
  • Es necesario que la cláusula de vencimiento anticipado (la que permite al banco exigir el total pendiente por impago) cumpla con los requisitos de transparencia y proporcionalidad establecidos por la jurisprudencia.

 

Una vez presentada la demanda, se inicia un proceso judicial que puede acabar con la subasta de la vivienda y el desalojo, si no se detiene a tiempo. Por eso, es fundamental entender bien cada fase del procedimiento y actuar cuanto antes con el asesoramiento adecuado.

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¿Se puede parar una ejecución hipotecaria?

La respuesta es sí, pero no en cualquier momento ni por cualquier motivo. La clave está en actuar a tiempo, con asesoramiento legal, y utilizar los mecanismos que la ley ofrece al deudor. La ejecución hipotecaria es un procedimiento serio, pero eso no significa que sea irreversible desde el primer día. Veamos cuáles pueden ser las opciones, siempre en función de cada caso concreto: 

 

1. Oposición por cláusulas abusivas

Una de las vías más efectivas para frenar la ejecución es impugnar el contrato hipotecario si contiene cláusulas abusivas. Algunos ejemplos habituales podrían ser:

  • Intereses de demora desproporcionados. 
  • Cláusula de vencimiento anticipado que permite reclamar toda la deuda con solo una o dos cuotas impagadas.
  • Gastos hipotecarios completamente a cargo del consumidor.
  • Falta de transparencia en la comercialización del préstamo.

 

Si el juzgado aprecia alguna de estas irregularidades, puede suspender o incluso anular el procedimiento.

 

2. Reestructuración de la deuda o refinanciación

En algunos casos, es posible llegar a un acuerdo con la entidad financiera para modificar las condiciones del préstamo y hacer más viable el pago. 

Esto puede implicar una ampliación del plazo de amortización, una carencia temporal en el pago de las cuotas o incluso una reducción del tipo de interés. 

Son medidas que no siempre resultan fáciles de conseguir, pero que pueden ser decisivas para frenar la ejecución si se negocian a tiempo, antes de que el procedimiento judicial esté demasiado avanzado.

 

3. Dación en pago o alquiler social

Cuando conservar la vivienda ya no es una opción realista, todavía existen alternativas para reducir el impacto del proceso.

Una de ellas es negociar una dación en pago, que permite entregar la vivienda a la entidad a cambio de saldar la deuda, siempre que así se acuerde expresamente. No es una solución automática, sino que debe ser negociada y aceptada por el banco.

Otra posibilidad es solicitar un alquiler social, especialmente si el inmueble pasa a ser propiedad de la entidad financiera y se cumplen ciertos requisitos económicos o de vulnerabilidad.

Aunque no siempre son soluciones fáciles ni garantizadas, pueden representar una salida más razonable y menos traumática que enfrentarse a un desahucio.

Lo más importante es no esperar. Cuanto antes se revise el caso con un abogado especializado, más posibilidades hay de frenar el procedimiento o mejorar las condiciones.

>> ¿Se pueden cancelar las deudas? Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad 

 

¿Has recibido una comunicación de ejecución hipotecaria? Actúa ¡ya!

Sabemos que recibir esta comunicación es un golpe duro, que genera miedo, incertidumbre por el futuro y muchas dudas sobre cómo actuar. Pero precisamente en esa circunstancia es importante entender que aunque el banco haya iniciado el proceso, no significa que esté todo perdido. 

Cuanto antes busques asesoramiento, más opciones tendrás para defender tus derechos, conservar tu casa o, al menos, negociar una salida en las mejores condiciones posibles.

Busca respaldo legal. Contacta con nuestro equipo y te acompañamos en todos los pasos del proceso, siempre buscando las mejores alternativas para tu situación.