Ciberbullying: cómo actuar ante el acoso y las amenazas en internet

Ciberbullying: cómo actuar ante el acoso y las amenazas en internet

Un comentario hiriente en redes, una foto compartida sin permiso, mensajes ofensivos que no cesan… El ciberbullying es una forma de acoso real, con consecuencias reales, aunque ocurra a través de una pantalla.

Este tipo de violencia digital puede provocar ansiedad, aislamiento e incluso depresión, sobre todo en menores. Pero no solo afecta a adolescentes: también ocurre entre adultos, en contextos laborales, educativos o personales. Y en muchos casos, la víctima no sabe cómo actuar.

Somos Abogados Especialistas en Seguros y Bancario y en este post te explicamos qué puedes hacer si tú, o alguien cercano, sufre acoso digital, cómo reunir pruebas y qué vías legales existen para frenar este tipo de situaciones.

 

Más que una broma: cuándo el acoso online deja de ser “normal”

No todo lo que ocurre en internet es “una tontería” o “cosas de críos”. El ciberbullying es una forma de acoso continuado que se produce a través de medios digitales como redes sociales, mensajes privados, foros, videojuegos online o cualquier plataforma de comunicación.

Puede incluir insultos, amenazas, difusión de rumores, publicación de imágenes privadas sin permiso, burlas públicas o suplantación de identidad. La clave no está solo en el contenido, sino en la intención de hacer daño y en la repetición en el tiempo.

Aunque es más común en entornos escolares, también se da entre adultos, en contextos laborales o personales. A menudo empieza con comentarios “de broma”, pero puede escalar rápidamente hasta generar un grave impacto psicológico en la víctima.

El ciberbullying no es un conflicto puntual ni una diferencia de opinión. Es un comportamiento sostenido, no siempre fácil de identificar, que busca intimidar, humillar o aislar a la otra persona. 

Y sí, puede tener consecuencias legales.

Estos son algunos ejemplos de acciones que podrían considerarse ciberbullying:

  • Difundir imágenes o vídeos sin consentimiento, especialmente si son íntimos o humillantes.
  • Crear perfiles falsos para burlarse de alguien, suplantar su identidad o enviar mensajes en su nombre.
  • Enviar mensajes ofensivos, insultantes o amenazantes de forma repetida, ya sea en chats privados o en público.
  • Dejar comentarios denigrantes o humillantes en redes sociales, a veces con participación de terceros (acoso grupal).
  • Aislar a alguien en entornos digitales, como excluirlo de grupos, ignorarlo deliberadamente o fomentar su rechazo.

 

En muchos casos, estas acciones van acompañadas de presión psicológica, chantaje o amenazas que hacen que la víctima tenga miedo a hablar o denunciar. Por eso, es fundamental tomar en serio cualquier señal de acoso digital, incluso cuando parece “una broma pesada”.

>> Te puede interesar: Ciberseguridad y menores: cuáles son los riesgos y qué pueden hacer los padres 

 

Primeros pasos si estás siendo víctima

Cuando estás sufriendo ciberbullying, es normal que te sientas desbordado o no sepas por dónde empezar. Pero hay acciones clave que puedes tomar desde el primer momento para protegerte y preparar el terreno si decides denunciar.

 

1. Guarda todas las pruebas

No borres mensajes ni publicaciones. Haz capturas de pantalla, guarda enlaces, exporta conversaciones y conserva cualquier material que demuestre el acoso: comentarios, correos, perfiles falsos, etc. Las pruebas serán fundamentales si decides tomar medidas legales.

 

2. Bloquea al agresor

Utiliza las herramientas de bloqueo o denuncia que ofrecen las redes sociales, apps de mensajería o plataformas. Esto te ayudará a frenar el contacto directo y evitar que el acoso siga escalando.

 

3. No entres al juego

Aunque la tentación sea responder o defenderte, evita la confrontación directa. En muchos casos, los acosadores buscan provocar una reacción que luego puedan utilizar en tu contra.

 

4. Informa a alguien de confianza

No enfrentes esta situación en soledad. Habla con alguien de tu entorno: familia, amistades, responsables del centro educativo o de tu empresa. Contar con apoyo es clave para afrontar el proceso.

>> Lee más: El derecho al honor: difamación e intromisión ilegítima en redes sociales 

 

¿Y si el acoso afecta a un menor?

Con más razón aún, es fundamental actuar con rapidez, ya que cuanto antes se intervenga, mayores garantías habrá de frenar el acoso y proteger al menor.

Lo primero es informar a los padres o tutores, y también al centro educativo, que debe activar su protocolo de protección si el acoso tiene relación con el entorno escolar.

En caso de amenazas, suplantación de identidad o difusión de contenidos sensibles, se debe acudir a la Policía o Guardia Civil. También puede utilizarse el canal prioritario de la Agencia Española de Protección de Datos, especialmente útil si se han compartido imágenes sin consentimiento.

Contar con asesoramiento legal es clave para elegir la vía más adecuada y actuar con garantías. Si tú o alguien cercano está siendo víctima de ciberbullying, ¡actúa! Busca asesoramiento legal para dar los pasos adecuados. Contacta con nuestro equipo profesional y te ayudamos a tomar medidas para detener el acoso y reclamar tus derechos ante cualquier plataforma o autoridad competente.