¿Las caídas accidentales son cosa del azar? No siempre, sobre todo cuando se producen por la negligencia de quien debería garantizar la seguridad. Baldosas rotas, líquidos en el suelo o áreas mal señalizadas son la causa de muchas caídas evitables. ¿Sabes en qué casos se puede reclamar?
Si has sufrido una caída y crees que pudo haberse evitado, este artículo te ayudará. Somos Abogados Especialistas en Seguros y Bancario y vamos a explicarte cuándo reclamar una indemnización y cómo hacerlo.
¿En qué casos se puede reclamar tras una caída?
Una caída puede tener múltiples consecuencias: lesiones físicas, gastos médicos y, en algunos casos, días o semanas de baja laboral. En algunos casos es posible reclamar una indemnización si se puede demostrar que existió una falta de diligencia por parte del responsable del lugar donde ocurrió el accidente.
La base de cualquier reclamación por una caída es la responsabilidad civil, que obliga a los propietarios de inmuebles, establecimientos o administraciones públicas a garantizar que sus espacios sean seguros para quienes los transitan.
Si no cumplen con este deber y, se produce un accidente por ese motivo, pueden ser considerados responsables.
Hay básicamente dos tipos de escenario en los que es posible reclamar una compensación por una caída:
Caídas en lugares públicos
Provocadas por baldosas rotas, grietas o aceras en mal estado; escaleras sin barandillas o con superficies resbaladizas; falta de señalización en obras o zonas de paso.
Por ejemplo, si una persona tropieza con una baldosa levantada en una acera, sufre una fractura, y se demuestra que la administración pública no reparó el desperfecto pese a conocerlo, puede ser responsable.
Caídas en establecimientos privados
Causadas por un mantenimiento deficiente de escaleras o rampas, obstáculos en zonas de paso, falta de señalización en zonas donde se han derramado líquidos, etc. Por ejemplo, son habituales las caídas en establecimientos comerciales (tiendas, supermercados, restaurantes, etc) debido a un suelo mojado, resbaladizo y sin señalizar.
No todas las caídas son reclamables. Para que exista una base sólida para iniciar un proceso, debe demostrarse que la caída fue consecuencia de un fallo en el mantenimiento o seguridad del lugar y que las lesiones o perjuicios sufridos son consecuencia directa del accidente.
Además, hay que aportar pruebas suficientes, como fotografías, informes médicos, testigos o cualquier otra evidencia que respalde la reclamación.
Ejemplo práctico: Caso real atendido por el bufete
Una clienta acudió a nuestro despacho con una consulta directa: «He resbalado en una gasolinera por culpa del combustible que había en el suelo y tengo lesiones. ¿Puedo reclamar?».
Nuestra respuesta fue clara: sí. Este tipo de situaciones se enmarcan dentro de la responsabilidad civil del operador de la gasolinera, que tiene la obligación de garantizar un entorno seguro para sus clientes.
En este caso, la presencia de gasolina en el suelo constituye un riesgo evidente que debería haberse evitado mediante un mantenimiento adecuado o, al menos, señalizado para advertir a los usuarios.
Las estaciones de servicio están sujetas a normativas específicas que obligan a mantener las áreas accesibles libres de riesgos. La presencia de combustible en el suelo incumple estas normas y pone en peligro la seguridad de los clientes.
Además, existen sentencias previas que reconocen la responsabilidad del operador en accidentes similares, reforzando las posibilidades de éxito.
Nuestro equipo actuó asesorando a la clienta sobre los pasos necesarios para presentar la reclamación de forma efectiva. Tras recopilar toda la documentación y realizar las gestiones oportunas, iniciamos un proceso de reclamación que concluyó con un resultado favorable.
Los 3 pasos para reclamar tras una caída
Seguir estos pasos te permitirá gestionar tu caso de manera eficaz y aumentar las posibilidades de éxito.
1. Documenta el accidente
Lo primero que debes hacer es recopilar toda la información posible sobre la caída. Esto incluye:
- Fotografías del lugar: asegúrate de capturar imágenes del elemento que provocó la caída (una baldosa rota, un líquido en el suelo, etc.).
- Pruebas de la negligencia: si el lugar no tenía señalización o medidas de seguridad adecuadas, fotografía también estas carencias.
- Informe médico: acude de inmediato a un médico para que evalúe tus lesiones y emita un informe que puedas usar como prueba del daño.
- Testigos: si había personas presentes en el momento de la caída, recoge sus datos de contacto para que puedan confirmar tu versión.
2. Notifica el accidente al responsable del lugar
En establecimientos privados, habla con el personal y solicita que registren el incidente en su sistema de incidencias. Si es posible, pide una copia del informe.
Si se trata de un lugar público, comunica el accidente a la administración competente (ayuntamiento, comunidad autónoma, etc.) mediante un escrito formal o a través de su servicio de atención al ciudadano.
Esta notificación no solo sirve para informar del accidente, sino también para que quede constancia oficial de lo sucedido.
3. Busca asesoramiento jurídico y presenta una reclamación formal
El siguiente paso es acudir a un abogado con experiencia en responsabilidad civil. Este profesional analizará tu caso, revisará las pruebas y evaluará si existe base para presentar una reclamación.
Si el abogado confirma la viabilidad del caso, es hora de presentar la reclamación formal. Normalmente, se hará primero una reclamación extrajudicial, buscando llegar a un acuerdo sin necesidad de acudir a los tribunales.
Si no hay acuerdo, el caso puede escalarse a los tribunales, presentando una demanda. En este caso es el juez quien decide si procede la indemnización.
En definitiva, si has sufrido una caída y crees que el lugar donde ocurrió no cumplía con las condiciones de seguridad necesarias, es posible que tengas derecho a reclamar. Para saberlo con seguridad consulta con nosotros.
Con el respaldo de un despacho especializado como AESB podrás defender tus derechos y reclamar lo que te corresponde.